1 Engrasamos un molde de 23' (también puede ser de 25') y vamos precalentando bol horno a 170º, calor arriba y abajo.
2 Primero hacemos la base y para ello ponemos en la batidora y con la pala, la mantequilla con el azúcar y la dejamos cremosa.
3 Añadimos el huevo ligeramente batido y seguimos mezclando y por último la harina, haremos una bola, la metemos en papel film y a la nevera hasta que hagamos el relleno.
4 En otro bol ponemos el queso Quark, la maicena y el azúcar y mezclamos bien con el globo.
5 Añadimos el aceite y los huevos ligeramente batidos y seguimos removiendo hasta que esté todo mezclado.
6 Por último, la nata con la vainilla y terminamos de incorporar.
7 Sacamos la masa de la nevera y la vamos acomodando en el fondo del molde y subimos como unos 4cm por los lados, que quede alto. Esto lo vamos haciendo con las manos, pegando trozos, porque la masa es muy maleable y nada pegajosa.
8 Horneamos aproximadamente una hora, yo pincho para saber si está y después apagamos y la dejamos dentro 30 minutos más.
9 Pasado este tiempo, lo sacamos y esperamos hasta que enfríe para meterlo en el frigorífico, mínimo 4 horas, antes de desmoldar para servir.
Para que no se nos queme por encima, yo a mitad de la cocción le pongo un papel albal y así el calor no incide en ella y no me cambia mucho el color.
Para la base:
120g de mantequilla pomada de La Irlandesa
125g de azúcar
250g de harina
1 huevo
Para el relleno:
500g (2 de 250g) queso alemán La Irlandesa
400ml de nata para cocinar de La Irlandesa
120ml de aceite de girasol o de oliva suave
2 huevos
140g de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
3 cucharadas de maicena